De Museos: Museo Arqueológico Nacional de Madrid (MAN)
Inauguramos nueva línea de artículos, en este caso vamos a hablar de museos, y nuestra primera visita es al Museo Arqueológico Nacional de Madrid (MAN).
Se trata de uno de los Museos Arqueológicos más relevantes a nivel mundial por la excepcional categoría de su colección, que atesora piezas pertenecientes al Patrimonio Nacional. Se inauguró en 1871 por Amadeo I de Saboya, y desde entonces ha sido protagonista de robos, cambios de sede, escisiones de su colección, y un sinfín de acontecimientos, hasta que en el año 2008 comenzara una completa renovación que se culminaría por fin entre los años 2013 y 2014.
El Museo Arqueológico Nacional
En la actualidad el Museo Arqueológico Nacional está en la Castellana, en el Palacio de Biblioteca y Museos Nacionales de Madrid, compartiendo espacio con la Biblioteca Nacional, de categoría similar o incluso mejor que el propio Arqueológico. Vamos a echar un ojo, a ver qué nos encontramos.
Desde el primer momento las sensaciones que transmite el Arqueológico son excelentes. Una gran calidad, al nivel de los mejores museos del mundo, da la bienvenida al visitante desde el primer momento. La entrada al museo se hace desde la parte trasera del edificio, donde está ubicado el hall de entrada con los típicos serivicios de un museo, esto es, tienda, serivicio de guardarropa, etc. El coste de la entrada es sumamente barato, tan sólo 3€. La duración de la visita oscila mucho, pero podemos hablar de que con entre una hora y media y dos horas, la mayor parte de los visitantes quedarán satisfechos.
Qué nos vamos a encontrar
Una vez en el interior, el recorrido es totalmente pedagógico. Me gustaría detenerme en este punto para hacer una pequeña reflexión sobre qué factores debe considerar un museo a la hora de preparar sus exposiciones. El primero y más importante es lógicamente mostrar su colección, pero en el caso que nos ocupa, la colección es tan inmensamente grande que apenas se puede mostrar una pequeña porción del total. El segundo valor que se debe tener en cuenta es el tipo de museo. En este caso y siendo un museo arqueológico, las colecciones se agrupan principalmente por su periodo histórico. El tercer valor lo encontramos en el enfoque expositivo, es decir, qué pretendemos conseguir al mostrar las piezas. Podemos optar por un enfoque pedagógico para un público masivo, podemos optar por un enfoque más espectacular creando una especie de museo-show, podemos optar por un enfoque más interactivo… Este punto es muy importante, porque un enfoque muy específico puede dificultar la opción de mostrar piezas que tal vez no encajen en él. El Museo Arqueológico Nacional lo resuelve con maestría, y da una gran importancia al enfoque más puramente pedagógico, pero mostrando de forma brillante las obras más importantes de sus fondos e integrándolas en el contexto general del Museo.
Como veníamos diciendo, el museo muestra sólo una pequeña parte de sus fondos totales. La exposición se organiza efectivamente de forma cronológica. El criterio de selección de los periodos históricos mostrados responde principalmente a la realidad y calidad de los fondos del museo, poniendo especial énfasis en las épocas prehistóricas, en las civilizaciones romana y griega, en las civilizaciones del mediterráneo y las más tardías civilizaciones árabes. Curiosamente encontramos mucho contenido destinado a Egipto. Esto resulta contradictorio, ya que ni es una época relevante para nuestra cultura, ni los fondos del museo son especialmente relevantes en este periodo histórico. Se trata por tanto de una concesión al espectáculo, ya que la atracción de este tipo de piezas es muy grande, y así quedaba patente en las salas dedicadas a esta temática, absolutamente repletas de visitantes.
Hace uso el Museo de todo tipo de trucos pedagógicos, introduciendo tecnología audiovisual, paneles con reproducciones fidedignas que el usuario puede tocar, paneles explicativos con multitud de esquemas. También resulta brillante la forma de tratar la restauración de las piezas, quedando en todo momento claro qué parte de la pieza es restaurada y qué parte es auténtica, pero sin crear una ruptura visual. El recorrido se convierte por tanto en un viaje en el que el visitante aprende, comprende lo que está viendo, comprende el valor de las piezas expuestas tanto en sí mismas, como en su contexto. Y además descubre las piezas más valiosas y relevantes de la colección, que están presentadas con especial atención al detalle, a la información y a la pedagogía.
Entre las piezas más importantes de la colección encontramos el Tesoro del Carambolo, la Dama de Elche, el Monumento del Pozo Moro, el tesoro visigodo de Guarrazar, el crucifijo románico de Don Fernando y Doña Sancha, etc. Todas las piezas más relevantes están ampliamente explicadas en la web del museo, concretamente aquí.
En resumidas cuentas
En resumen, se trata de uno de los mejores museos arqueológicos del mundo. El recorrido es agradable, divertido, pedagógico y relevante. La sensación que queda en el espectador es la de contemplar, comprender y aprender con todo tipo de piezas, algunas de las cuales son de primerísimo nivel mundial. Un museo bien puesto, muy asequible, en el que el visitante se siente bien atendido, y muy libre. Me gustaría destacar desde aquí la política que el Museo tiene con la toma de imágenes. En este caso se pueden hacer fotos y videos sin flash ni trípode, lo que es perfectamente comprensible porque los flashes estropearían las obras además de molestar a los demás, y los trípodes entorpecerían la visita, además de resultar peligrosos para las obras expuestas. Por lo demás, total libertad para el visitante. Os dejo un pequeño video para que os hagáis una idea de cómo era el museo por dentro.
Y eso es todo por hoy. Mi más absoluta recomendación de ir a visitar el museo. No hay ambigüedad posible. Una verdadera maravilla que todo el mundo debería conocer y descubrir. ¡¡No os lo perdáis!!
4 Comentarios
La verdad es que coincidimos en la visita y coincido plenamente…acertadísimos los apuntes de concesión a Egipto, la libertad al espectador (para mi fundamental, un avismo respecto al Thyssen…que agobio!) hablar, tocar (recuerdo tu apunte de «partes para tocar») libertad de movimiento…ir volver, subir, bajar, disfrutar, salir entrar…volver a entrar…igualito que el Thyssen…
Una experiencia muy agradable con pincho y cervezas madrileñas incluidas…
Y la política de imágenes en la era de las redes sociales…
Y el tono del post es algo así como tomarte una caña con el tio de bricomanía.,.o con Dalí…muy divertido de hablar, práctico…
Para mi perfecto!
Fan de Faustoart total!
Que malas son las cervezas en vacaciones…cae uno en el abismo (ejem…con B !)…
¡Gracias por tu comentario Fer! Dos apuntes. Efectivamente, fue un placer ver el Museo contigo, hacía años que no veíamos uno juntos, y fue todo un privilegio. Segundo apunte, efectivamente hay varios comentarios que efectivamente van dirigidos al Thyssen, cuya política estudiaremos por aquí un día de estos. ¡¡Muchas gracias por tu comentario!!
Y por cierto la foto (y pie de página) de la calavera…jejeje simplemente genial…;-)